Robert había llamado a Vastian en el mismo segundo que escucho el sonido de las armas ser disparadas, pero este no le había contestado. Así que se había visto obligado a tomar sus propias armas con la intención de defenderse, y sabiendo de sobra quienes eran los únicos capaces de cometer la osadía de molestarlo en su propio territorio abrió la puerta antes de que llegaran hasta él, y se dispuso a buscar la forma de salir de aquel lugar antes de que le pusieran las manos encima. Sobre todo porque Layla ya debería estar muriendo para esos momentos y no le serviría ni para escudo humano.
Así que se dispuso a salir de ahí por los medios que fueran necesarios. Sin ninguno de sus inútiles e inservibles hombres defendiéndolo, ya que habían desaparecido en cuanto había comenzado el tiroteo al igual que el infeliz de Vastian. Ya los haría pagar por haberlo abando