35. Declaración
Punto de vista de Aria.

Nuestro primer día en este nuevo lugar fue acogedor. El lugar donde nos quedaremos es un paraíso total. El día realmente pasó volando por diferentes razones, como conocer los alrededores de la gran casa de Douglas.

No pude hablar con nadie, pues no tuve cerebro para pensar en algo razonable. Mi mente vagaba en los sentimientos que tengo con Douglas. En todo lo que hemos pasado hasta ahora, en como literalmente le debo mi vida.

Por la tarde noche, intenté llamar a mi madre demasiadas veces, pero no resultó. No respondió. Eso en si es extraño, pero no podía hacer más, aunque quisiera.

— ¿Cómo te sientes?

Esa pregunta la he escuchado demasiadas veces, que ahora es muy cansado responderla, puedo apreciar que me tengan cuidado, pero no quiero que siempre que me vean eso se le venga a mente.

— Bien, doctor MonteCarlo —respondí con una falsa sonrisa— ¿Dónde está?

— ¿El señor Fraser? —me pregunta de regreso— Escuché que dijo que estaría en la oficina, tomaría un
Key Sandria

¿Qué tal les pareció este capitulo?

| 62
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App