33. Especial
Punto de vista de Aria
Aunque llamé a mi madre demasiadas veces, nunca respondió. Aunque busqué a mi tía Estela, jamás la encontré. Como si se los hubiese comido la Tierra.
Al bajar del auto, la puerta es abierta por Douglas, al tomar su mano para bajar vuelvo a sentir esa corriente que en cualquier momento piensa consumirme.
— Gracias —digo al bajar
Douglas no me responde, desde hace dos días no hemos podido borrar esta barrera. No sé de que puede estar molesto el, la única molesta debería ser yo, pero ninguno va a ceder. Me siento sofocada.
Cuando alzo la mirada, en la entrada del avión que es propiedad de Douglas, se encuentra la sonriente cara de el doctor MonteCarlo y la seriedad que caracteriza al doctor Fitz. Me siento un poco mas en confianza con ellos presentes.
— ¿Cómo te sientes? —pregunta el doctor Fitz
— Me siento bien. Creo que si servirá alejarme de todo el estrés de la ciudad —me acerco a ellos lo suficiente para susurrar— Sería mejor si mi esposo no viniera, es