23. En medio de tres hombres
— ¿Te sientes bien? —me pregunta el doctor cuando llegamos al hotel— El viaje puede ser agotado en tu estado, me gustaría que en vez de quedarnos en un hotel nos fuéramos a casa, pero reglas son reglas.
— Me siento bien, no se preocupe doctor Fitz.
Giro un poco para ver donde viene Douglas, pero logro ver que está hablando con el doctor MonteCarlo.
— Debo preocuparme, si después de todo pueden asesinarme si te llega a pasar algo.
Su respuesta me deja demasiado confundida— ¿De qué me está hablando, doctor Fitz? —comienzo a reírme, debe ser una broma.
— ¿De qué hablan? —Douglas me asusta cuando de repente habla detrás de mí.
— El doctor Fitz dijo un chiste, pero no es nada, amor —respondo tranquilizándolo, no quiero que los amenace pensando que “tenemos” algo. Mejor lo tranquilizo antes de cualquier amenaza.
— El doctor Fitz debería centrarse en como te sientes, no en otra cosa —dice Douglas con la seriedad de siempre.
— Eso es lo que hago, señor Fraser —dice el doctor Fitz con voz fing