Unos gritos me despiertan de mi muy placentero sueño.
<< ¿Qué mierda era lo que estabas pensando?>>
<< ¡No vuelvas a hacer eso nunca más!>>
<< ¡Me importa una mierda!>>
<< He dicho que no, ella no hará más eso>>
Me levanto a toda prisa ignorando la punzada en la cabeza que he dado por lo rápido que me levante, bajo las escaleras a prisa, buscando el lugar de los ensordecedores gritos, camino a prisa hasta el lobby del segundo apartamento de Harsh. Está hablando por teléfono no se con quien y sus gritos me han paralizado por completo, me obligo apretar los ojos para contener las lagrimas… mierda, no puedo dejar de llorar alguna vez. Harsh me mira
– Eva – susurra.
Deja el teléfono a un lado y en su segundo, ya estoy envuelta en sus brazos
– Ya me iré, lo siento – t