—Al día siguiente tuve que poner todas mis fuerzas en levantarme, no queria que mi niño se entere de mi estado y ahora él iba a asistir al mismo jardín que esta su hermana y yo tendré la tortura de verle sin poderme siquiera acercar, no sé qué estoy pagando, pero debo merecerlo
—¿Qué piensas Annelise? Esta dispersa y no tienes el mejor semblante, el niño se dará cuenta, no es tonto él sabe o intuye que no estás bien, Marcelt es muy inteligente no debes sobreestimarlo
—No te preocupes Raquel voy a ponerme un poco de maquillaje y Marcelt no se dará cuenta, mejor démonos prisa ya que entraran pronto como huracán para que los llevemos al jardín
—Si tú lo dices, no creo que estes bien, sabes que no debes esforzarte de más, no es lo indicado
—Es mejor que bajemos, olvidémonos de mi por un momento ¿regresamos a ser justicia o trabajar? Anda Raquel deja de dudar —Bajamos lento, mis piernas temblaban un poco y no podia mantenerme, la crisis no podia venir no ahora debo estar fuerte para poder