Ava
Hoy estaba contenta. Mi cita con Ethan no solo había ido bien, sino que mañana volvía al trabajo y pasado mañana sería mi cumpleaños.
Tal y como había predicho el sábado, Ethan había logrado hacerme olvidar. Unos minutos después de llegar a su casa, ya me estaba muriendo de la risa.
Él cocinó y no me decepcionó. La comida estaba deliciosa. Un hombre que cocina y te hace reír tiene algo especial. Fue una noche feliz y divertida. Todo fue mejor cuando volví a casa y pude hablar con Noah.
Se había tranquilizado un poco. Hablamos de todo y de nada, antes de que se durmiera pegado al teléfono. Había sido lo mejor de mi día.
Estaba horneando cuando alguien llamó a mi puerta. Tenía antojo de comida reconfortante, así que me decidí por galletas y pastel de chocolate.
Me limpié las manos con el paño de cocina y abrí la puerta. Una parte de mí se sorprendió cuando me encontré cara a cara con Emma. La otra parte no.
"¿Qué quieres, Emma?". Pregunté irritada.
El hecho de que est