Camilo llevaba de la mano a Romina a subir al coche, Rentaba los acompañaba
Camilo
Cálmate Romina! respira, respira como te enseñaron en el curso, eso va a ayudar a los bebés! Camilo llevaba los nervios de punta, con dos embarazadas y una de ellas a punto de parir, el hombre estaba aterrado
Los bebés ya estaban queriendo salir, la barriga de su madre ya les quedaba pequeña, así que estaban bajando muy rápido, los dolores de parto ya le estaban llegando a Romina
Romina
Dios Camilo! me está doliendo! apresurate a llegar al hospital, no quiero parir en el auto! si este dolor se multiplica por tres no lo voy a soportar! Romina estaba asustada, cómo toda mamá primeriza era normal que tuviera miedo
Llegaron por fin al hospital, bajaron a Romi con mucho cuidado para subirla a una silla de ruedas, ella ya se quejaba demasiado haciendo que se erizara la piel de Renata y Camilo en cada grito de dolor que daba, se la llevaron a revisar pero a ellos no los dejaron pasar, tuvieron que quedarse en