De vuelta a su casa, se lavó las manos y fue a ver a Gemio, que estaba sostenido en brazos por Dalia.
"Dalia." Se sorprendió.
Dalia sonrió y dijo, "El señor me pidió que viniera, dijo que necesitabas qye alguien que te ayudara."
Rodrigo no se sentía cómodo buscando a una persona unfamiliar, así que llamó a Dalia.
Gabriela estuvo feliz al ver a Dalia, que había sido amable con ella cuando estaba en la villa.
Era una persona amable.
"Puedo relajarse un poco cuando estás aquí." Dijo Gabriela con una sonrisa.
Cogió a Gemio de los brazos de Dalia, se estaba despertando.
De repente su carita se arrugó, Gabriela supo que debía de haber hecho caca y le pellizcó la naricilla, "¿Hueles el hedor?"
Dalia dijo, "Déjame cambiarle el pañal."
Gabriela fue a hacerlo ella misma.
Siempre sintió en su corazón que le debía a su hijo cuidar de él, y ahora tenía tiempo.
"Traeré el agua entonces."
Dijo, "Vale." Gabriela dejó a Gemio en la cama.
Tiró a la papelera el pañal que le había limpiado a Gemio y sacó