Martín y Antonio luchaban para separar a sus jefes, los dos estaban bastante golpeados, la sangre estaba por doquier
En un momento inesperado los dos secretarios personales se hicieron de palabras y se fueron a los golpes, tu jefe es un oportunista, la señorita Camill y mi jefe fueron prometidos por cinco años! decía Antonio a Martín
Tu jefe es un traídor! mira que embarazar a la prima de la señorita Camill, no es muy honorable que digamos, respondía Martín dándole otro golpe a Antonio,
Tu mujeriego jefe no se la merece, es un ladrón de prometidas! _ el tuyo es un pusilánime que no supo ser un buen prometido para ella!
Suficienteeee!!
Se escuchó a los dos CEOS gritar a sus secretarios, todavía no sabían si los estaban defendiendo o acabando de enterrar, basta! es suficiente Martín, ordenó Cristóbal
Camill no soportó más y echó a correr del lugar, ella salió sin rumbo vestida en ese precioso vestido azul que se movía con el