TRES MESES DESPUÉS

Estoy de prisa, hoy el trabajo se me acumulado, en quince minutos tengo una cita con unos socios en la empresa del Villar, pasé a luna turqueza por una memoria que entregaré a Tomás, apenas me da el tiempo

Entró a la casa distraído con el teléfono enviando un correo, solo alcanzó a sentir unas manitas que se sostienen de mis piernas, bajó la vista y no es otro que mi pequeño Cristóbal, a crecido mucho a sus pasados diez meses con lo que no contaba es que mi glotón bebé trajera las manos llenas de galletas, había ensuciado mis costosos pantalones precisamente cuándo estaba tan apurado

Pa.. pá.. el pequeño Cristóbal había gateado hasta su padre abrazándose de sus piernas, ensuciandolo de las galletas que se estaba comiendo

Aaaaaah! suspiró el Ceo, nunca le había levantado la mano a su bebé el no sabía lo que hacía, solo le estaba demostrando su cariño, ven acá campeón, ya ensuciaste a papá mira? solo Cristóbal con sus fuertes brazos y altura podía cargar al regorde