“No realmente”, se rio Charlie. “En cuanto tomó la Píldora Regeneradora y le volvió a crecer la mano izquierda, le corté la derecha”.
“¡¿Qué?!”, exclamó Merlin. “¿L-Lo hizo?”.
“Sí”, se rio Charlie. “Ni siquiera lo conozco y no pienso darle una píldora tan valiosa sin obtener nada a cambio”.
“Más que eso, quería darle una lección a Fleur. ¿Está intentando castigar a Arlo quitándole la mano izquierda? Pues bien… se la haré crecer de nuevo y luego le cortaré la derecha para que sea justo. Si no entiende el mensaje, puede darle otra Píldora Regeneradora a Arlo, que le vuelva a crecer la derecha, y entonces iré yo a cortarle la izquierda”.
“En ese momento, todo el que vea a Arlo sabrá que ha perdido contra mí en recursos. Es una cruz infernal, ¿no crees?”.
Merlin se golpeó la frente con la mano y suspiró con emoción.
“Sin duda, es cuestionable hasta dónde llega para fastidiar a Fleur”, dijo pero no pudo evitar elogiar a Charlie. “¡Pero definitivamente marca un estándar! Incluso la aut