Al caer la noche, varios camiones de la empresa de logística que Merlin había comprado entraron discretamente en el complejo de Minas Duca.
Cada camión había llegado desde Casablanca con diez minutos de diferencia. Las familias de los soldados muertos ya estaban esperando y abordaron según las órdenes asignadas.
Debido a la ajustada fecha límite y con lo mucho que había en juego, todos tuvieron que conformarse con apiñarse en los contenedores. Aun así, afortunadamente para ellos, el viaje no fue largo, pues solo duró dos horas como máximo.
Porter Waldron llegó a Minas Duca en el primer camión y saludó a Charlie cuando lo vio. “¡Señor Wade! Todos los preparativos están listos en la fábrica de conservas, y nuestros hombres que viajan esta noche están listos para recibir a los evacuados”.
Charlie asintió. “¿Hay suficiente comida y otros artículos necesarios para todos?”.
“Por supuesto”, dijo Porter. “El Inspector Lammy fue muy minucioso, pidiéndonos que compráramos más comida de Casa