Al día siguiente, Charlie y Merlin asumieron sus nuevas identidades portuguesas okianas que Helena les había proporcionado y volaron directamente de Noruega a Lisboa, la capital de Portugal.

Su destino esta vez era Casablanca, la ciudad y el puerto más grande de Marruecos, famosa por una película clásica del mismo nombre. También era una de las pocas ciudades relativamente modernas de África, figurando entre las diez mejores.

En el vuelo a Lisboa, Charlie se sentó en una cabina semiprivada de primera clase, realizando los sellos de manos que había aprendido de la aurora bajo la manta con la que se cubría.

Tras llegar a Lisboa, Charlie sintió que su Reiki había mejorado significativamente de nuevo y se recordó una vez más que debía infundir el Reiki adquirido en el anillo que le había regalado Vera. Quizás escondía un gran propósito, y le gustaría descubrirlo infundiendo más Reiki.

En el pasado, Charlie podría no haber estado dispuesto a hacerlo, ya que el anillo era solo un pozo si