Para la Familia Real Noruega y su fortuna en declive, 30 mil millones no eran precisamente una suma pequeña.
De hecho, justo después de la coronación de Helena, auditó las finanzas de la familia real y descubrió que solo valían mil millones de dólares estadounidenses, incluyendo la mayoría de sus bienes inmuebles que no se podían vender.
Con treinta mil millones, su capital se habría multiplicado por treinta en un instante, sin mencionar que hablaban de dinero en efectivo, no de bienes inmuebles.
Si bien era el trato ideal para ellos, Helena no estaba preparada para que Harrison cumpliera con su parte.
Aun así, Charlie estaba decidido, y ella sabía que, después de todo lo que él había dicho, las excusas podrían alejarlo.
Incluso estaba dispuesta a entregarse a Charlie o ungirlo como rey, así que ir en contra de Charlie era algo que jamás haría.
Después de pensarlo mucho, finalmente decidió aceptar el dinero.
Al asentir agradecida a Charlie, exclamó: “¡Señor Wade, permíteme agrad