Tarlon asintió. “¿Cómo sugieres que los encontremos?”.

Fleur frunció el ceño. “No hay prisa. Hay cosas que aún me confunden, así que vigila de cerca a los Acker y los Wade por ahora. Infórmame de inmediato si surge algo importante… no permitas que nuestros enemigos tengan ninguna oportunidad de sacar ventaja”.

“¡Sí, mi señora!”.

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Al día siguiente, más medios de comunicación cubrían el proyecto conjunto entre los Acker y los Wade a medida que se corría la voz.

Sin embargo, ninguna de las dos familias reveló demasiados detalles, ni el nombre de la empresa, ni quién era el Director Ejecutivo, ni la escala de su negocio.

Mientras el público moría de curiosidad, no se sabía nada más.

Aun así, los funcionarios de la Colina Aurous estaban especialmente interesado, con el ayuntamiento visitando a los Acker al día siguiente y demostrando la mayor sinceridad al arrendar un enorme terreno de 2 millones de metros cuadrados junto a la autopista sur. Aun así, la condición era que los Acker c