Charlie estaba en la villa termal de Campeones Elys, y aunque por un momento se sorprendió de por qué Zachary lo llamaba, pronto intuyó el motivo.
Al contestar su llamada, se rio entre dientes: “¿A qué debo el placer, Zachary?”.
El tono de Zachary era a la vez temeroso y arrepentido. “Amo Wade, he llamado para disculparme…”.
“¿Disculparte por qué?”, preguntó Charlie a pesar de saber la respuesta.
Zachary suspiró, su voz entrecortada por las lágrimas: “Amo Wade, debo haber perdido la cabeza... Cuando me enteré de que Raymond Cole había regresado, recordé que él había lastimado a su suegro y que su suegro debía de seguir guardándole rencor. Así que lo contacté e intenté tramar una venganza, pero todo salió mal…”.
Con eso, Zachary le contó todo a Charlie sin dejar pasar ningún detalle.
Y Charlie escuchó, luego preguntó: “Entonces, Zachary… ¿nunca pensaste en contarme el antes, durante y después de que tu plan tuviera éxito, y ahora me lo cuentas cuando todo se te ha salido de cont