Ante la amenaza de Gopher, Charlie lo miró con una sonrisa burlona. “¡Vaya! Estás cerca de tu muerte, ¿pero aun así intentas lastimar a Stephanie? Estoy asombrado”.
Gopher no confiaba en sus oportunidades, pero sabía que esta era su única forma de sobrevivir.
Por lo tanto, puso una expresión salvaje y se burló de Charlie: “¡He dado órdenes a mis hombres de capturarla cuando estaba apostando en el casino! ¡Si me mata, Stephanie nunca verá la luz del día!”.
Charlie frunció el ceño. “¿Por qué querrías secuestrar a Stephanie? ¿Cómo te sirve una chica como ella? ¿O pudiste predecir mis planes?”.
Gopher apretó sus dientes y prosiguió: “¡En ciertas sociedades aristocráticas, una chica como Stephanie es la moneda más fuerte! ¡Diablos, ella tiene más valor que el oro o la joyería! Con su aspecto excepcional y el hecho de que es limpia y nada promiscua, ¡podría alcanzar hasta un millón de dólares entre los ricos!”.
Luego, Gopher agregó viciosamente: “La mayoría de los hombres ricos que pu