"No importa". Charlie señaló la pila de documentos relacionados con el barco de carga delante de Andre. Siseó con los dientes apretados: "¡Ese barco de carga será tuyo si no consigo cambiar las cosas esta noche!".

Andre se rio y dijo entusiasmado: "¡Bien! ¡Señor Wade, eres realmente fácil de tratar! ¡Supongo que jugaré unas cuantas rondas más contigo!".

Dicho esto, Andre le ordenó inmediatamente a Gopher: "¡Trae al Señor Wade otros dos millones en fichas!".

Gopher salió corriendo sin dudarlo y volvió con una bandeja de fichas un minuto después.

Esta vez, Charlie estableció un nuevo récord de velocidad en la pérdida de dinero.

Solo tardó veinte minutos en perder dos millones de dólares canadienses.

La conejita que estaba a su lado nunca había visto nada parecido, y estaba completamente aturdida.

No era una profesional del casino, y nunca había presenciado una partida de juego tan grande.

El cuerpo de Andre temblaba ahora de excitación. A pesar de llevar tanto tiempo en este c