Elaine nunca estuvo interesada en el amuleto. Sin embargo, al ver que tanto Jacob como Claire tenían uno excepto ella, se sintió excluida y expresó sus quejas. No quería que Charlie la discriminara.

Cuando se enteró de los dos lingotes de oro que Charlie planeaba darle, la nube que se cernía sobre ella desapareció de inmediato.

Ella suponía que él consiguió los amuletos en algún mercado mayorista o pequeño. En la mayoría de los casos, los amuletos solo valdrían unos cuantos dólares o diez dólares como máximo. ¿Cómo podría compararse con dos lingotes de oro?

¡Ella obtuvo mucho más que ellos!

Ella inmediatamente aplaudió alegremente y cantó con alegría: “¡Oh, ya veo! ¡Es bueno oír eso! De todos modos, no saldré por un tiempo hasta que mis piernas se recuperen. Darme un amuleto de seguridad es simplemente un desperdicio. Los lingotes de oro tienen más sentido. Además, ¡puedo hacer ejercicio con ellos! ¡Gracias, Charlie!”.

Claire sacudió la cabeza con impotencia al ver la obsesión de