Sin embargo, Kurenai también tenía sus propias preocupaciones.

Le preocupaba que Nanako se divirtiera demasiado y se olvidara de todo lo demás después de ver al hombre del que estaba enamorada al llegar a Colina Aurous.

Muchas personas, especialmente las más capaces y prometedoras, a menudo perdían su moral y la búsqueda en la vida por culpa de la persona a la que amaban.

Por lo tanto, Kurenai también temía que Nanako no quisiera regresar a Japón después de ir a Colina Aurous.

Sin embargo, Kurenai no se atrevió a expresar su preocupación ya que temía dejar una pista psicológica en Nanako tan pronto como lo dijera. Así que ella dijo: “Señorita Nanako, iré primero a establecer a Momotaro. Después de eso, vendré y me reuniré con usted cuando esté preparada”.

Nanako miró la hora antes de decir: “No hace falta que vengas a buscarme de nuevo. El helicóptero despegará en veinte minutos. Podemos encontrarnos en la pista”.

“¡De acuerdo, Señorita Nanako! ¡Iré allí primero!”.

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