Sophie dijo: "Quiero buscar un maestro que me haga algunos cálculos y predicciones para ver si me puede dar algunos indicios".

Jaime no pudo evitar reírse y decir: "¿No dijiste que no crees en eso?".

Sophie respondió seriamente: "Ya que no hay otras buenas soluciones para este asunto, entonces debería intentarlo".

Después de eso, Sophie le preguntó a Helen: “Mamá, ¿conoces a algún maestro famoso en Punta Este? ¿No vas a menudo al templo para adorar a Buda y donar algo de dinero al templo allí? ¿Conoce algún buen monje?”.

Helen respondió seriamente: "¡No digas tonterías! ¡Los monjes eminentes practican el Budismo, mientras que la adivinación es un asunto Taoísta!”.

Sophie rápidamente preguntó: “Entonces, ¿conoces a algún maestro Taoísta capaz? ¡Quiero rogarle que me ayude a ver mi destino!”.

Helen pensó por un momento antes de decir: “De hecho, no estoy muy segura de esto. Ya han pasado muchos años desde que le pedí a alguien alguna adivinación. Tenía aproximadamente la misma edad