En ese entonces, Elaine la convenció: “¡Oh, Claire! No entiendes nada sobre el Feng Shui, así que no deberías estar interfiriendo en el trabajo de Charlie o diciéndole qué hacer”.

Después de eso, Elaine tuvo una expresión severa en su rostro mientras decía muy seriamente: “No espero que puedas ayudar a Charlie en su carrera. Sin embargo, ¡nunca te permitiré ser un obstáculo en el camino de Charlie! ¡El futuro de nuestra familia depende totalmente de Charlie ahora!”.

“Mamá...”. Elaine ya había dejado a Claire completamente sin palabras en ese momento.

Ella podía notar que su madre ya era completamente sumisa hacia Charlie, y nada de lo que ella dijera sería ya de alguna utilidad.

Por lo tanto, ella solo podía suspirar impotente mientras decía: “Hah. Voy a la compañía primero...”.

Elaine dijo apresuradamente: “Claire, ¿no vas a esperar a que abra todos los regalos antes de irte?”.

Claire sacudió su cabeza y dijo: “Ya estoy muy retrasada. Todo el mundo me sigue esperando a que haga