Claire se inclinó y le susurró a Charlie: “¿Qué le pasa a Mamá? ¿Por qué está cocinando?”.

Charlie se rio y dijo: “Mamá dijo que quería que yo probara su comida. Dijo que está haciendo fideos de huevo con tomates”.

Claire exclamó: “Dios mío, mi mamá realmente tomó la iniciativa de cocinar. ¡Las maravillas nunca cesan! Supongo que ella sí aprende de sus errores y trata de corregirlos”.

Sin embargo, Charlie no compartía la misma opinión. En cambio, sentía que este llamado desayuno gratis no era gratis. Después de todo, Elaine tenía que estar tramando algo por lo que necesitaba su favor, de lo contrario, según su carácter, nunca habría tomado la iniciativa de cocinar.

Efectivamente, en la mesa del comedor, mientras Elaine personalmente servía los fideos para Charlie, sonrió tímidamente y dijo: “Mi querido yerno, tengo que pedirte un favor. Me pregunto si estarás de acuerdo con eso”.

Charlie respondió: “Mamá, por favor di lo que quieras. No me negaré si es algo razonable y también den