Jayden siempre había considerado a Zell como una fuente de dinero fácil. La cuota anual de protección que Zell le pagaba a él solo ya ascendía a siete u ocho millones de dólares. Además de la parte entregada a Albert, Jayden también podía ahorrar entre dos y tres millones de dólares para sí mismo.
Así que, en cuanto se enteró de que Zell quería que le diera una paliza a alguien por él, exclamó sin dudar: "Bien, espera un momento. ¡Llevaré a mis hombres allí ahora mismo!".
Después de que Zell le diera las gracias, colgó el teléfono antes de mirar a Charlie y decir con desprecio: "Jovencito, no me culpes por no darte una salida. Te pedí que te arrodillaras frente a mí hace un momento, pero no aprovechaste la oportunidad que te di. Aunque decidas arrodillarte ante mí ahora, ya es demasiado tarde".
Charlie sonrió mientras preguntaba: "¿A quién has llamado hace un momento? ¿Al Jefe Jay? ¿Es Bruce Willis de la película ‘Duro de Matar’?".
"¡Debes estar loco!". Zell respondió con frialdad.