¡La familia de Gibson gritó a todo pulmón ante la horrible vista!

¡No esperaban que la persona literalmente ordenara a su tirador que disparara inmediatamente después de tres segundos!

La víctima, que era el hijo mayor de la familia Little, era también el hijo que más adoraban los padres de Gibson. Mientras la sangre corría por su sien, los padres se volvieron locos y lloraban de forma devastadora.

Como Gibson estaba sentado junto a su hermano, la sangre rojiza y la materia blanda blanquecina del cerebro estaban salpicados por su rostro y cuerpo.

Él también estaba tan conmocionado por la escena absurda que su corazón casi saltaba de su caja torácica.

Cuando comenzó el negocio del tráfico, ¡nunca había pensado que sería tan mortal!

La fría voz de Charlie volvió a sonar desde el sistema de sonido del helicóptero. “Les daré tres segundos más. ¡Si aún se niegan a salir de la camioneta y se rinden, haré que los francotiradores maten a la segunda persona al azar!”.

Al perder el valor