Muy pronto, la sala de Jimmy se llenó con una gran cantidad de doctores con batas blancas.

Todos los mejores oncólogos de toda la Clínica Mayo estaban reunidos aquí.

Aquellos que podían ingresar a la sala eran sin excepción todos los jefes de departamento y los peces gordos del laboratorio, mientras que aquellos con un rango ligeramente inferior solo podían pararse y mirar a través de la gran ventana de vidrio fuera de la sala.

Todo el mundo había oído que había un gran milagro en la unidad de cuidados intensivos y que el ejecutivo de la Administración de Alimentos y Fármacos, el hijo de Smith, había obtenido un gran efecto terapéutico gracias a una medicina tradicional oskiana. También se decía que sería monitoreado mientras continuara tomando esta medicina. Por lo tanto, nadie quería perderse esta oportunidad de presenciar un milagro o un rumor.

En este momento, Jimmy se tragó una píldora con la ayuda de su madre.

La píldora se derritió en su boca una vez más, y Jimmy se sorpre