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 El caos

El caos. Que mejor palabra para describir lo que siento. Mi mente daba vueltas, aún no lo podía creer, el como un suceso te puede cambiar la vida. Y de repente, todo explotara mi alrededor.

La sala exploto en discusiones solo se escuchaba:

¡QUE DEMONIOS!

¿SE VOLVIO LOCO EL VIEJO?

¡YO NO PIESO VIVIR EN LA CALLE!

¡ESTAMOS EN PLENO SIGLO XXI!

¡ESTO ES UNA LOCURA!

Yo aun no reaccionaba, pero en lo que Marcos me hablo volví en sí.

¡Julietta! ¡Acabo de entender mal o el abuelo nos arregló un matrimonio a los dos! —me pregunto.

Pero los gritos de mis tíos y primos seguían. Me levante Y grite a todo pulmón.

¡SILENCIO!...

Y vaya que funciono todos se callaron. Me dirigí directo al italiano.

¡Tú! —le dije señalándole con un dedo--¿por eso estas aquí? ¿verdad?

El italiano se paro derecho y se acercó para hablarme, pero mi padre se interpuso.

No pienso sacrificar a mi hija por una herencia—dijo. Y más vale no hubiera dicho eso porque la sala estallo de nuevo con quejas.

Luego de un buen rato de escuchar comentarios como:

¡ESTAS LOCO HAY QUE CASARLOS ¡

¡NO PIENSO SER POBRE ¡

¡HAY QUE CUMPLIR EL TRATO ¡

Todos se calmaron. Él italiano intervino nuevamente, pero esta vez se refirió a todos.

Señores calmémonos por favor. Hablando se soluciona todo. —dijo.

Marcos quien se encontraba ahora conmigo en el medio de la sala, se enfrento a el italiano.

¿Nos puedes explicar de qué coños va esto? —le espeto.

Señores por favor, si me permitieran hablar, se los agradecería mucho—dijo algo cansado por la situación. Al ver que nadie dijo nada continuo—yo sé que esto les parecerá una locura, estamos en una época donde ya los matrimonios arreglados dejaron de practicarse. No son los únicos extrañados.

¿En serio? —le dije con sarcasmo.

Si. Mis sobrinos tampoco están muy contentos con el hecho de casarse con dos extraños—no me quito la mirada al decir esto—a ellos también les afecto.

¡Perfecto! —chillo mi padre—si ellos no quieren y nosotros tampoco, no hay porque llegar a cumplir este estúpido acuerdo.

Se equivoca señor—le respondió el italiano—para amabas familias es un riesgo, aquí tengo una copia del acuerdo, tanto el notariado en Italia, como el que se notario aquí—le paso las copias de el documento a mi padre—allí podrá observar claramente donde dice, que si esta familia no cumple con el trato no tocaran nunca la herencia y pasaría hacer nuestra. A sus ves, puede ver, que también dice, que si nosotros no cumplimos, nuestro dinero sería entregado a una fundación. En pocas palabras ambas familias quedarían en la ruina. No hay forma de escapar para ninguna familia.

La familia entera estaba muda, analizando la situación. Mi padre releía el documento sin parar, el italiano opto por sentarse, pero sin quitarme la mirada, como si pensara que en cualquier momento saldría huyendo y créanme las ganas no me hacen falta. Me suena muy tentativa la idea de huir y mandar a la m****a a todos.

Señorita Julietta—me llamo el italiano, sacándome de mis pensamientos—me permitiría unas palabras en privado con usted y su primo.

Claro. Vamos Marcos, hablemos con el señor en mi habitación. Allí tendremos más privacidad—le dije y este le indico al italiano que nos siguiera, subimos a mi habitación y nos sentamos en la pequeña sala que tenía en ella, si tenía una mini sala, mi habitación era una de las más grandes en casa, era como un mini apartamento sin la cocina.

Siéntese—le indique. Marcos por la confianza que tenía. ya lo había hecho— ¿de que quiere hablar con nosotros?

Verán, tanto ustedes y mis sobrinos. son victima de la locura e ignorancia de estos viejos cuando fueron jóvenes, pero debido al que los documentos fueron notariados, la ley nos obliga a cumplirlo. Pero, el documento que nosotros tenemos, que fue hecho por mi padre es mas explicito que el de ustedes. Ya que lo redacto unos años después y modifico las condiciones dice, que los involucrados deben pasar un periodo de 3 meses conociéndose, antes de casarse—mi primo y yo nos miramos—también específica, que, si durante esos 3 meses no logra surgir por lo menos una amistad entre las parejas, deberán ser sometidos a dos meses más de convivencia. Estipula también, que, si no surge amor, el matrimonio deberá durar un mínimo de 5 años y deberán tener un heredero durante ese periodo. Hasta entonces seguirán las familias como estaban, pero al pasar los 5 años se abrirá el caso para legalizar la herencia.

¿Esto es una locura? —dijo al fin mi primo—no solo nos debemos casar, ¿sino que debemos de tener un hijo con esa persona, en un periodo de 5 años sino igual quedaremos en la ruina?

No—dijo el italiano—si ustedes se casan cumplirán con el trato y su familia quedara libre de todo. Esto solo se aplica para mi familia.

¡Wow! Pobres ellos deben de tener más presión que nosotros—dije.

En eso tienes toda la razón—me respondió el italiano, vaya pésense que solo lo había pensado, pero mi subconsciente me traiciono.

¿Entonces que hacemos? —pregunto Marcos, que por lo visto se limitaba era a escuchar.

Por los momentos calmar a la familia—dije. Era lo mejor, en especial a mi padre.

Y a tu padre—me indico el italiano—no está muy contento.

Lo sé— Dije.

Sería bueno que partamos para Italia en un par de días ¿si a ustedes no les molesta? —nos miró a ambos—sería bueno iniciar con el periodo de conocerse. Puede que a lo mejor todo salga bien y surja el amor—tanto mi primo, como yo lo vimos de hito en hito.

Eww! No se tu Julietta, pero yo tengo una novia—comento mi primo— ¿cómo le explico que me voy a casar y no es ella?

Te entiendo, pero gracias a Dios yo no tengo a nadie. ¿Puedo preguntar qué edad tienen tus sobrinos? —pregunte.

Claro. Evangelina tiene 23 años, es quien se casará contigo Marcos, sé que tienes 23 años por eso creo que se llevaran bien. Christiano tiene 25 años y es un joven de negocios, a su corta edad ya esta trabajando en el negocio familiar es el que se casara contigo Julietta. — es unos años mayor que yo. Pensé, solo espero que todo se de bien entre los dos.

Bueno—comencé hablar mientras me levantaba—es hora de bajar y hablar con todos. Sobre todo, con papá antes de que le de un infarto.

Bajamos y le explicamos a la familia que tanto Marcos y yo viajaríamos en unos días a Italia. Mi padre fue el único que no se mostro muy contento con la decisión.

Le comente que no teníamos escapatorias y que estaba dispuesta a sacrificarme por la familia que solo tenia que casarme y que al tiempo me podría separar, se que lo ultimo era una gran mentira pero era la única forma para que el se calmara.

La familia quedo satisfecha con la decisión y regresaron a sus rutinas como si en la mañana no fuéramos enterrado al causante de este gran lio.

Paulino, se despidió de nosotros e indico que se iría a descansar al hotel, y que comenzaría a cuadrar y arreglar todo lo del viaje.

Mas tarde esa noche, ya acostada en mi cama no podía dormir. Mi cabeza era un lio entero.

Solo pensaba que mis planes de terminar mi carrera de Diseñadora de interiores, ya no se cumpliría.

Que mi vida cambiaria y ahora tenia que hacerme a la idea en que probablemente compartiría mi vida con un extraño. El cual seria mi esposo y debía tener relaciones con el para tener un hijo.

Nunca he sido una santa y hace mucho tiempo que perdí mi virginidad pero solo el hecho de tener que acóstame con alguien solo por obligación, no me resultaba muy complaciente.

Decidí salir de mi cama y fumarme un cigarrillo en el balcón de mi habitación. No suelo fumar frecuentemente solo cuando me estreso. Y eso es muy rara vez.

Estaba apunto de encender mi cigarro cuando sentí alguien detrás de mi.

Marcos por el amor a Dios, podrías hacer ruido por lo menos, casi me cago enzima pensando que era un fantasma o algo así—le reclame.

Lo siento, ¿que pensabas que se te estaba apareciendo el abuelo?—

Pues, Dios no, que ni se le ocurra aparecerse—

¿Que hacías? ¿Tampoco puedes dormir?—

¡Nop!. Mi cerebro no quiere dejar de pensar y dejarme dormir— ¿Y tu?—

Tampoco. Acabo de tener el rompimiento más bizarro de la historia por teléfono—

¿Terminaste con Andrea?—

Si...—

¿Y?—

¿Y?... resulto ser una loca. Se molesto al principio. Pero luego me salió con que no importa que ella seguiría conmigo como mi amante, y cuando le dije que eso no podría ser que me iría a Italia, me salió que se iría conmigo que le comprara un apartamento allá donde ella pudiera verme y fuera nuestro nidito de amor. En serio se volvió loca—

¿Loca? Pues si no te lo voy a negar o te quiere mucho como para denigrase y convertirse en tu amante o la abuela tenia toda la razón---

¿De que hablas?—

¿La abuela nunca te lo a dicho?—

¿No que?—

Ella siempre dice que pareciera que Andrea andará contigo solo por el dinero—

¿En serio?—

Si, lo siento pensé que la abuela alguna ves hablo contigo—

No lo hizo pero con razón nunca esta presente cuando Andrea viene—

Es que no la soporta—

Ya veo—

Oye pero tranquilo a lo mejor si te quiere—

Pensándolo bien yo creo que la abuela tiene razón—

¿Porque lo dices?—

Porque cuando le comente lo del casamiento, dijo algo así como que todo se le arruino por culpa del viejo estúpido y luego comenzó actuar y hablar como una sicópata—

¿Por cierto te fumas un cigarrillo conmigo?—

¡Vale!, oye ¿crees que le guste a la italiana?—

Si—le dije con una sonrisa—eres muy atractivo, eres alto, tienes mis mismos ojos, mi color de pelo y piel, así que si no tengo dudas—nos reímos.

Espero que sea bonita—

¿Y si es fea?—

Pues espero que no, en serio que sea bonita, ya es muy de m****a que nos casemos obligados como para que el destino sea cruel y me toque un monstruo de esposa—

Eres una cosa seria primito—

Me vas a negar que no has pensado en si tu prometido será atractivo—

No. No lo negare—

Ves seria muy cruel por parte del destino que sean feos— 

¿Oye te parece si asaltamos la cocina y vemos si quedo algún pastel?—pregunte a mi primo.

¿Y tenemos una especie de pijamada como los viejos tiempos?—

Si podemos ver pelis—

Y dormiré en tu cama—dijo todo emocionado.

Si pero eso si al mas mínimo ronquido te corro de cuarto quedas advertido—

Hecho.—

Corrimos a la cocina y nos llevamos a la habitación pastel de chocolate y arequipe que encontramos, así como un pote de helado, malteadas de chocolate y agua para no tener que bajar de nuevo.

Hicimos un maratón de todos los capítulos de la Serie The Walking Dead, que logramos ver. Ya que como a las 4 de la mañana el sueño ligado con el desastre de dulces que nos comimos nos dejo muertos.

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