PDV. Hassam.
– Hola. – Digo a la mesera que ya estaba sentada en el lobby de mi piso cuando subí. – Si que tiene ganas – pensé.
– Hola guapo. – sonrió pestañando coquetamente, varias veces – Te estaba esperando – mencionó sonreída mirándome de arriba a abajo.
Esto es lo que me gusta de las occidentales no se intimidan a la hora de ir por lo que quieren.
– No esperes más, vayamos a mi habitación – le tiendo la mano para que avance delante de mí mientras observo cómo contonea el trasero que se le ve bajo los shorts de jeans rasgados que carga puesto y su espalda solo cubierta por una cinta.
Abro la puerta de mi habitación y al pasar noto su sorpresa a ver lo grande que es, y yo sin esperar le doy una nalgada para pr