PDV. Elena.
– Haciendo paracaidismo – respondió Hassam, como si hubiésemos estado tomando café.
Amira volteó a verme con los ojos como si se le iban a salir de la órbita, yo solo asentí y encogí los hombros.
– Con que te llevó a su mundo, entonces. – preguntó negando con la cabeza – Hassam tú sabes que yo también quiero lanzarme, ¿porque no me dijiste? – pregunto haciendo pucheros.
– No podía ocuparme de ambas, además, tú te fuiste de compras, para variar. – respondió restándole importancia a su queja.
El vuelo fue rápido y nos dedicamos a actualizar a Hassam sobre la reunión, ya que en nuestra aventura paracaidista me prohibió hablar de trabajo. Yo me cambié la ropa y ofrecí a Amira pagarle los zapatos que le estrené a lo que respondió que ni se acordaba de ellos, así