"¿Salsa?"
El rostro de Carmella palideció instantáneamente. La mujer sintió pánico, miedo de que Salsa le revelara la verdad a Mahardika. Si eso ocurría, estaría perdida.
Carmella era una ludópata con muchas deudas con el dueño del casino, sin el conocimiento de su familia, especialmente de Mahardika.
Como la señora de una familia acaudalada, Carmella no debería preocuparse por quedarse sin dinero. Pero su mal hábito la hacía incapaz de controlar sus gastos. La hermosa mujer siempre gastaba el dinero que Mahardika le daba, sin importar la cantidad. Las apuestas se habían convertido en parte integral de la vida de Carmella.
Este mes, Carmella había sobrepasado el límite de dinero de la familia Mahardika y ya no podía pedirle más a su hijastro por miedo a que éste sospechara. Así que Carmella ideó un plan para culpar a Ayunda, acusándola de robar su collar, el cual ya había vendido para pagar al jefe del casino, quien la presionaba constantemente.
"¡Responde a la pregunta de Salsa,