Julia tomó su teléfono para examinar todo cuidadosamente. El fotógrafo había sido muy astuto, captando ángulos frontales perfectos.
No solo tenía imágenes de ella y Mario tomados de la mano, sino también de ambos entrando al cuarto de servicio. Los titulares eran aún peores, prácticamente la calificaban de cualquier cosa.
Julia había pasado de ser la víctima a la que todos compadecían a convertirse en el blanco de burlas, siendo insultada despiadadamente.
Ayer la alababan por desafiar a su esposo millonario sin miedo al poder, y hoy la destrozaban implacablemente. Se podía imaginar la brutalidad de los insultos.
En los comentarios veía a algunos usuarios liderando difamaciones, atrayendo seguidores sin criterio.
Julia registró metódicamente sus identificaciones y recopiló evidencia de los insultos. Demandaría a cada uno de ellos.
—Emma, recuerdo que conoces gente en los medios. ¿Podrías averiguar quién proporcionó estas fotos? Necesito descubrir quién está detrás de todo esto.
Emma asi