Capítulo 44: Intento de asesinato.
Me levanto sin ánimos de nada… Todo me pesa, la tristeza de no tener a mi hijo me está consumiendo, y no puedo asomar ni la nariz, porque tengo un ejército vigilando la casa. Apenas han pasado dos días de que estoy en mi casa… Al menos tengo a mi padre, y hermano cerca, y gracias al señor no he visto a mi tía, porque lo que menos quiero escuchar son sus juicios morales, sobre mí.
Me arreglo, y trato de estar lo mejor posible, bajo y ahí está mi tía, que enseguida escupe su veneno:
—Ya estarás feliz, todo esto es tu culpa, por tus indecencias, nuestra familia cayó en desgracia, ya toda Inglaterra a de saber que estás viva, que tuviste al bastardo del rey, ¡Eres una sinvergüenza!
—Veo que no has cambiado nada. Sigues siendo la misma persona solo preocupándose del que dirán. A mi hijo lo respetas, y a mí, y si no te gusta esta situación, te puedes ir a tu casa.
—¡¿Me estás corriendo?!
—Sí. Suficiente tengo con mis problemas para escuchar todas tus humillaciones.
—Eres de lo peor, maldigo