Cuando ambos consiguen apartarse y volver al auto, todo se siente más… ¿cómo explicarlo?
Los dos están en una nube y el camino de regreso a la mansión se hace demasiado corto, porque así es el tiempo, cuando mejor te sientes, más rápido se pasa.
Entran a la mansión en silencio, pero con sonrisas enormes que los ayudan a olvidar.
Nada más entrar, Charlize sale corriendo de alguna parte y se lanza sobre Luz, lo que le provoca a Gerard un puchero juguetón.
-¿Ya no me quieres?
-¡Sí te quiero, papi! Pero a ti ya te he abrazado muchas veces.
-Ok, me siento oficialmente celoso – Luz deja a la niña en el suelo y la toma de la mano -. Pero no importa, de todas maneras te llevaré a una sorpresa.
-¡Me gustan las sorpresas!
-Bueno, Luz te llevará a cambiarte y a preparar el resto de la sorpresa. Yo ir&eac