Elina escapó rápidamente, corriendo y deteniéndose para que las personas a su alrededor no se alarmaran por la escena. Se dirigió a donde los amigos que había abandonado, aguardaban con esmero el regreso de su salvación.
Keane, Tomas y los demás se mantenían reunidos en espera de un buen plan, de algo que les alentara a luchar y que les diera la esperanza de una victoria, aun si no tenían a su Rey.
—No importa si hay o no más rebeliones y revueltas, si nosotros los guiamos, no tendremos el poder suficiente para llegar al trono y salvar a Reino Unido —insistió Keane, ante las sugerencias de Connor.
—No tendremos otra oportunidad —le pregonó.
—Podríamos esperar a Arturo, tal vez vuelva si ve que las cosas están tan mal —intervino su viejo amigo.
De pronto la puerta fue golpeada con desesperación, se encaminaron