Necesitaba hacerle saber que morir no era una opción, que yo lo estaría esperando y estaría con él sin importar el resultado. No lo iba a juzgar si no ganaban. Él era mío, y lo iba a amar y a cuidar, lo elegiría una y otra vez, sin importar qué. Él tocó entonces delicadamente mis mejillas y me miró a los ojos.
"Vamos a ganar, y yo voy a regresar a casa. Tengo fe en el equipo que armó Sylvester, y así como le ganamos a Larry, podremos ganarle a este loco. Vamos a derrotar a Yuri. El destino está de nuestro lado." Dijo, suspirando.
"Necesito que tú también tengas fe, que creas que todo va a estar bien. Tienes que ser fuerte por los dos.
Pero lo que más necesito ahora mismo es que te aferres a la idea de un futuro juntos, es lo mínimo que nos merecemos después de todo esto." Me suplicó. Sus palabras eran profundas y sinceras atravesaron mi alma mientras me ahogaba en su mirada. Toqué su mano, que aún estaba sobre mis mejillas y cerré los ojos para sentirlo acariciar mi corazón.
Lo único