"Claro que, si el baño de plata está listo! No puedo esperar para ver eso." Dijo con entusiasmo, por lo que yo me reí. Sabía de esa técnica y que las chicas lo usaban muy a menudo en el Norte. Sin embargo, el polvo de plata era un arma del Este, así que supuse que sería la primera vez de Alice.Claudia se veía confundida y no la culpaba, ella era doctora y nosotras íbamos a torturar a alguien. Era normal que estuviera nerviosa. Nos guiaron fuera de la casa, a un edificio pequeño. Al entrar, olí el aroma de Alice y sonreí. Un Kappa nos guio a la habitación donde estaba la maldita traicionera, estaba sentada en una silla, en ropa interior, con cadenas de plata. Se parecían a las que Devin guardaba en su cuarto y fue obvio cómo la engañó. Que fácil, ¿no? Ella era demasiado predecible. Su mejilla estaba hinchada y uno de sus ojos también. Supuse que la habían golpeado después de ponerle la plata. "¿Tu novio no te dio un poquito de su habilidad?" Escuché a Amelia burlarse. Enton
~ Leo ~ Después de que Devin me explicó todo, armamos un plan para atrapar al tal Inkabod Semenov. No quería incluir a Amelia en esto, ni mucho menos arriesgarla en una pelea, pero era necesario. No podíamos acabar con ese imbécil sin que ella nos ayudara. Alexei habría sido una buena opción, pero quería que se quedara en Hill Valley, porque él era la única razón por la que ese hijo de puta de Inkabod no había podido atacar más pueblos. Apostaba a que sabía que no podía ganarle a Alexei uno contra uno, así que Clay y Amelia serían nuestra mejor opción. Estábamos todos en mi oficina, excepto por Devin, que seguro andaba dándole cariño a su mujer. Por un segundo, me pregunté qué harían nuestras mujeres con Alice, de seguro estaban enfurecidas, así que una cosa estaba clara, existía la posibilidad de que Alice no sobreviviera a la ira de esas mujeres. Se había equivocado creyéndonos tan estúpidos a todos como para salirse con la suya. El padre de Alice fue el Beta que le sirvió
~ Leo ~ No sabía cómo sentirme con respecto a lo que Casper acababa de decirme. Estaba impactado, de hecho, la habitación quedó en silencio. Hasta David, que siempre nos hacía reír con sus chistes, notó que algo estaba mal y se mordió la lengua. "¿Qué paso, Leo?" Me preguntó Sylvester, así que tuve que responder. "No he visto a mis padres en casi siete años. Se fueron de viaje justo después de que me entregaron la manada y ni siquiera vinieron a mi boda." Relaté, en un momento, mi voz se quebró y sentí como se me llenaban los ojos de lágrimas. "Pensé que estaban muertos.... hasta que, hace unos días recibí una llamada, mi padre me dijo que no confiara en nadie y que iban a venir. Ahora, mi beta me acaba de decir que ya llegaron." Les conté. David silbó con regocijo y dijo. "¡Que buena suerte!"Recordé que él no conoció a su madre, ni pudo pasar tiempo con su padre. "Seria genial, si no estuvieran metidos en esto." Comenté, por lo que Sylvester abrió los ojos con sorpresa.
Ahí estaban ellos, sentados en el sofá en mi sala. Mi mamá miró hacia la puerta con los ojos hinchados y se levantó. Mi papá hizo lo mismo. Parecían arrepentidos y avergonzados, puede que hasta un poco asustados. "Leo..." Me saludó mi mamá, había envejecido un poco desde la última vez que la había visto. Ahora tenía canas, pero su cabello aún se veía saludable, como siempre. Sus ojos azules estaban un poco hundidos y algunas arrugas coloreaban su rostro, el tiempo era el culpable de que mi madre se viera así. Mi papá seguía viéndose igual que antes. Pero los surcos de las arrugas en su cara delataban cuantos años tenía. Aunque su cabello aun mantenía la jovialidad que él en otrora tuvo, era grueso y oscuro, sus ojos cafés brillaban, se veía bien conservado y en buena forma, a pesar de todo, aún se veían bien. Mi mamá se acercó para abrazarme, apoyó su cabeza en mi pecho y comenzó a llorar, así que la abracé fuerte para consolarla. Le froté la espalda con suavidad mientras ella
"Por eso no nos opusimos a tu relación con Tamia, aunque normalmente, debías haberte emparejado con una Alfa, como hicimos todos los hombres de la familia, pero yo quería romper esa tradición." Dijo con un suspiro al final. Me quedé callado porque no valía la pena hacerle preguntas sobre eso. Mi mamá regresó con tres botellas de agua y nos dio una a cada uno."Richard, solo díselo. Él ya es un hombre." Lo instó mi mamá, porque él ya le estaba dando muchas vueltas al asunto.Mi papá suspiró y me miró."¿Sabes cuáles son las dos familias principales en nuestro mundo?" Preguntó. Yo no respondí, solo lo miré fijamente, no quería decirle algo que lo hiciera arrepentirse de contarme su historia."Bueno, la familia original eran los Stepanov y los Volkov descendían de ellos." Comentó. Asentí, indicando que ya lo sabía."Muy bien." Dijo, suspiró de nuevo, en un intento de tomar fuerzas para lo que estaba a punto de confesarme."Cuando la familia gobernante fue derrocada y crearon el consejo
~ Leo ~ Mi boca estaba seca, así que me tomé el agua y respiré profundo, estaba listo para escuchar el resto."Y fue gracias a eso, que se creó una ley que decía que los miembros de nuestra familia solo tendríamos hijos con otros Alfas, para tener unos genes Alfas fuertes en nuestro linaje, así como hicieron los Volkov. Aunque Patrick murió antes de que los hijos de Rudolph tuvieran sus lobos, Sophia vivió mucho tiempo e intentó asegurarse de que cumplieran la ley y se casaran con Alfas. Cuando Sophia falleció, Rudolph se enfocó en su hijo y nietos, asegurándose de que siguieran haciendo las cosas como sus padres querían. Por eso, todos en nuestra línea estuvieron casados con un Alfa. Todos menos tú, Leo." Relató.Yo me quedé congelado en el lugar. Me alegré de que Sophia Stepanov fuera una prima lejana del ancestro de Amelia, porque de lo contrario, habría sido raro saber que Amelia y yo éramos familia. Sin embargo, me mordí la lengua para no decir nada y seguir escuchando. Mi p
"Por favor entiéndenos, Leo. Si hubiéramos defendido a los Riverstorm, habríamos tenido que exponer a nuestra familia y Maurice no nos habría perdonado la vida. Estaba loco de remate." Explicó mi papá, pero eso ya lo sabía, así que asentí. Me alegró que Sylvester no fuera como su padre. "Un año antes de entregarte el mando, notamos que los Stepanov estaban planeando algo grande, y Grey nos contó que Yuri quería tomar el control de todo a la fuerza. Yuri se había vuelto tan poderoso que solo daba dos opciones, o estabas de su lado y te unías a su grupo o estabas en su contra y te mataba. Sabíamos que tarde o temprano vendrían a la manada de la Montaña, y queríamos que estuvieras seguro, así que Martha y yo decidimos unirnos al grupo para que te dejaran en paz. Lo discutimos, Yuri y Erik estuvieron de acuerdo, así que te entregamos la manada y nos unimos a su grupo." Explicó bajando la cabeza. "Pero, no estábamos preparados para lo que íbamos a enfrentar. Esa cosa se había conver
"Leo, no pareces ni un poquito sorprendido por todo lo que tu papá te acaba de decir." Expresó mi mamá, con una ceja levantada intentando analizarme, por lo que suspiré. "Estoy muy impactado al descubrir que soy descendiente de los Volkov y que tengo genes de los Stepanov. Pero el resto ya me lo esperaba, han pasado muchas cosas últimamente." Le dije. "Yuri está atacando nuestras manadas y ha estado matando a todos los que se niegan a dejar sus tierras o someterse a él. Además, hace poco, Erik envió a sus hombres al Norte para atacarme, estaba volviendo de la fiesta de los Clayman hacia la hacienda, iba con los Lores en la camioneta cuando de repente, nos atacaron." Estaba relatando, pero mi papá me interrumpió. "¿Joan Clayman? ¿Qué hacías en la casa de esa perra?" Inquirió mi papá con rabia, me pregunté por qué odiaba tanto a la consejera."Ella está del lado de Yuri, así que no creo que Erik haya sido el que te atacó." Dijo mi papá, yo me quede muy confundido. "Erik es solo u