~ Amelia ~
Todo lo que Leo me contó me puso la piel de gallina, pero sus palabras dulces calmaron mi miedo y poco a poco desapareció. Entre todo lo que me dijo me di cuenta de que me llamó 'amor' y 'mi vida'. Jamás pensé que llegaríamos a este punto, pero cuando lo hizo, me sentí feliz. No quería apresurar nada porque podía ver cómo iba bajando la guardia y abría su corazón poco a poco.
Lo abrace, y él me besó en el cuello, envolviéndome en su embriagante aroma amaderado de hombre maduro y sabio. Leo lamio mi cuello con tanta dulzura que terminé calentándome y gimiendo en sus brazos, luego me recostó sobre la cama, y entendí que íbamos a llegar tarde a la cena en casa de los Clayman y no me importaba ir a la cena oliendo a Leo, de hecho, sería como una pequeña venganza.
Se inclinó sobre mí en la cama y atrapándome entre sus brazos, me miró con sus ojos llenos de amor.
"No voy a dejarte, jamás lo hare, Amelia, así que no quiero que pienses en esas cosas." Me dijo antes de besar mi cuell