Al encontrarse de repente, Bella se puso muy contenta:

—Lucas, regresaste.

Quiso colgarse del brazo del hombre, pero él la apartó bruscamente.

Bella se sintió muy herida:

—Lucas, después de tanto tiempo que regresaste, ¿por qué me rechazas? ¿No podemos empezar de nuevo? Voy a cambiar, todo lo que no te gusta lo voy a cambiar.

Bajo la luz brillante, los ojos negros de Lucas eran profundos, su voz extremadamente fría:

—¿Por qué no buscas un espejo y te ves a ti misma?

Sus labios delgados pronunciaron una palabra:

—Puta.

El rostro de Bella se endureció.

En ese momento, Lucas ya había tomado el documento y bajó rápidamente las escaleras.

Bella se recargó en la barandilla, lloró y gritó por mucho tiempo, antes de arrastrar su cuerpo cansado de regreso al dormitorio. Se paró frente al espejo de cuerpo completo, se quitó el vestido sensual que traía puesto, se observó las marcas rojas por todo el cuerpo, y luego sonrió con desolación.

Hace un momento, Lucas la había mirado con desprecio, como