Dos días después, Damián fue operado.
La cirugía duró mucho tiempo, Joaquín dio todo de sí, su ropa quirúrgica parecía como si la hubieran sacado del agua, los demás médicos y enfermeras también, dieron todo su esfuerzo.
Hasta el atardecer, todos los Uribe esperaron en el pasillo, sin atreverse a irse.
La pareja Fernando aún más.
Aitana tenía una herida en la cintura, Lisandra le trajo una silla para que se sentara a esperar.
Elia y Mateo se apoyaron en Zarina, con lágrimas en los ojos.
Solo Esperanza, sin entender nada del mundo, sonreía dulce y sin preocupaciones, Lisandra pegó su cara a la mejilla de la bebita, con cara de gran preocupación.
Al final del pasillo se escucharon pasos apresurados.
Al mirar, era Milena.
Milena saludó a todos con la cabeza, después se acercó a Aitana y le susurró al oído:
—La cirugía del señor Uribe, no sé quién filtró la información, ahora todos los accionistas y pequeños inversionistas están expectantes, si acaso...
No terminó la frase.
Aitana entendió