Capítulo 101. Con los ánimos por los suelos
Él sabía de los gustos tan refinados y elegantes, que tenía Leia, pues la conocía también como conocía a Mateo pues eran amigos de prácticamente toda la vida, y sabía también que quedarían encantados con ese trabajo exclusivo.
–Mira Mateo, todos esos, son los diseños exclusivos – Le explicaba su amigo – Escoge el que más te guste, por ahora están todos disponibles.
Mateo, no tenía la necesidad de mirar los diseños, pero por respeto a su amigo, los vería, pues sabía del magnífico trabajo que Teseo realizaba, y la elección que tomara de igual forma sería la acertada.
–Gracias Teseo, mientras los voy viendo, te iré contando – Mateo tomó aire – Resulta ser que, aunque me he divorciado. Me he enterado que, soy padre, de un hermoso hijo pequeño, fruto de la noche de bodas que tuve con Sabella y me enteré justamente, cuando la volví a ver, para lo del divorcio.
–No lo puedo creer, entonces no entiendo ¿Cómo pudiste divorciarte, amigo? Siempre me decías que, la mujer que fuera la madre de tu