Tiara llevó a James al segundo piso, empujó una puerta y dijo: “James, puedes quedarte en esta habitación. Las sábanas y todo lo demás que hay dentro están recién comprados”.

“Está bien”. James asintió con la cabeza tras decir eso.

Entró en la habitación.

Tiara lo siguió con expresión dudosa como queriendo decir algo, James la miró y preguntó: “¿Tienes algo que decir?”.

Tiara estaba ligeramente avergonzada y un rubor apareció en su bonita cara. “J-James, tú y Thea…”.

Hizo una pausa, se armó de valor y preguntó: “¿Regresaste por mí? Yo... ya te dije que no quiero forzarte, y sinceramente deseo lo mejor para ti y Thea. Lo único que quiero es que los dos estén bien y contentos”.

“Tonterías. Deja de darle vueltas al asunto. Ve tú primero. Yo quiero seguir leyendo mi libro”.

“De acuerdo…”, respondió Tiara desanimada y salió.

Abajo...

Las dos mujeres se sentaron juntas.

Al ver que Tiara se acercaba, Quincy preguntó en son de chisme: “¿Le preguntaste a James por qué no se quedó en l