Todos vieron lo que pasó.
Sabían que Zion ahora era el dueño del restaurante después de esto.
“Zion”.
Algunos de sus compañeros sintieron el cambio y corrieron tras Zion.
En el tercer piso del restaurante.
En una magnífica sala privada.
Había unas pocas personas en la habitación.
Zane, James y Cynthia.
“Cynthia, ¿estás contenta ahora?”, preguntó Zane con una sonrisa.
“Sí”.
Cynthia asintió. “Este es el cumpleaños más significativo de todos. Gracias, papá”.
Zane se sintió satisfecho.
Toc toc toc.
Alguien llamó a la puerta.
Luther la abrió.
Dos personas estaban de pie afuera.
Una mujer de mediana edad.
Una mujer alta y hermosa con un bonito vestido.
Eran Gladys y Thea.
“Señor Dawn”.
Gladys estaba en la puerta, esbozando una amplia sonrisa. “No le importará que le acompañemos, ¿verdad?”.
También dijo en voz alta: “James, tu esposa está aquí”.
James estaba sentado cerca de la ventana. Estaba fumando, con la mirada perdida en el espacio.
Al escuchar su nombre, se dio l