Henrik estaba asombrado por la fuerza de James.
En ese momento, Waleria y Sedris también se acercaron a ellos.
James miró a Sedris y le preguntó: "Eres el líder del distrito de Theos, ¿verdad? ¿Alguna vez has intercambiado pergaminos sagrados con los otros líderes de distrito?".
Sedris asintió y dijo: "Sí".
Él había leído los otros nueve pergaminos sagrados, excepto el que pertenecía al Distrito del Caos. Sin embargo, leerlo era una cosa, mientras que comprenderlo y cultivarlo con éxito era otra.
James estiró la mano y dijo: "Pásame los pergaminos sagrados que has leído".
Sedris no se atrevió a desobedecer. Rápidamente transformó sus recuerdos en inscripciones y se las entregó a James.
James utilizó su Zen para analizarlas, comparándolas con los pergaminos sagrados que ya dominaba. Tras asegurarse de que el contenido coincidía, guardó las inscripciones.
Por fin había conseguido diez de los pergaminos sagrados. Solo le quedaba encontrar tiempo para comprender los tres pergaminos