Era una ilusión.
En ese momento, James comprendió la situación.
Todo se debía al hecho de que Herschel dijo una vez que no atacaría a James personalmente. Solo enviaría a matarlo a seres vivos cuyos grados de cultivación fueran dos grados superiores a él.
Por esta razón, James sabía que la situación era una ilusión y, usando todas sus fuerzas, la rompió.
La escena que tenía ante sí cambió una vez más, y se encontraron en un desierto.
James respiró hondo. Era demasiado aterrador.
La bestia fantasma oculta en lo más profundo del palacio era aterradora. Logró averiguar lo que James más temía y crear una ilusión.
Además, la ilusión parecía real. No era el único que sabía de la existencia de Herschel. Sus compañeros también lo sabían.
Los tres miraron a James.
Con el ceño ligeramente fruncido, Mia quería hacerle preguntas a James, pero no se atrevía.
Mientras tanto, Hadrian de los Stuart no se lo pensó mucho y preguntó: "¿Quién eres? ¿Cómo te enemistaste con el Monte Camino Celest