James había pensado antes en luchar de frente contra todos los perseguidores, pero su grado de cultivación era demasiado bajo. Era un Gran Emperador del Quinto Cielo y no era lo suficientemente fuerte para luchar contra todas las potencias que lo perseguían.
Si su grado de cultivación coincidiera con su fuerza física, no tendría que preocuparse por enfrentarse a ellos. Tendría la confianza para luchar contra cualquier prodigio que viniera a desafiarlo. Aunque tuvieran dos grados más, podría matarlos.
James rugió furioso: "¡¡¡Ahh!!!".
Su voz resonó, y aterradoras ondas sonoras recorrieron los alrededores. Unas cuantas montañas nevadas a su alrededor se hicieron añicos al instante y provocaron una avalancha.
James se sintió agraviado.
Nunca se había sentido tan impotente en su viaje de cultivación.
En el pasado, siempre había sido él quien reprimía a los demás. Ahora, no le quedaba de otra que correr para salvar su vida porque su enemigo lo dominaba.
James apretó los puños.
Su de