Fuera del Pabellón del Elixir, las nubes negras de la lejanía avanzaron rápidamente hacia ellos. Aparecieron en el cielo fuera del Pabellón del Elixir en un abrir y cerrar de ojos.

Las nubes negras envolvieron la Ciudad del Elixir.

Al ver esto, los cultivadores del Pabellón del Elixir huyeron en pánico.

Un hombre salió lentamente de las nubes oscuras del cielo.

Era Tamuuz.

Tamuuz no se había recuperado completamente de sus heridas y su rostro estaba pálido. Flotaba en el aire y miraba a los Ancianos del Pabellón del Elixir que flotaban en el cielo.

Cuando el Gran Anciano vio a Tamuuz, su expresión se volvió solemne de inmediato.

Su fuerza por sí sola era insuficiente para repeler a Tamuuz, a pesar de que Tamuuz estaba herido.

"Abre la puerta de la montaña".

Tamuuz gruñó con exigencia: "Estoy aquí para traer de vuelta a los miembros del Santuario de la Oscuridad".

"¡Lárgate!".

El Gran Anciano rugió: "¡Moriré antes de dejar que los salves!".

"¡A la carga!".

El rostro de Tam