James continuó su cultivación. El alcance de las energías violentas de este lugar le resultaba adecuado.
¡Fuuuu! Un viento frío sopló hacia él. Tras un extraño gruñido, James se levantó de inmediato y abandonó la Formación del Tiempo. Miró hacia la distancia desde la cima de la montaña en la que se encontraba. Se veía una nube de niebla negra. La niebla se transformó en diferentes formas, primero parecida a la de un humano y después a la de un animal.
James se quedó ligeramente desconcertado. "¿Qué es eso?". El Emperador Jabari, de la Residencia Celestial, le respondió: "Es un demonio".
"¿Un demonio?".
"Sí". El emperador Jabari confirmó y detalló su respuesta: "Este lugar fue una vez un enorme reino habitado por muchos seres vivos. Cuando morían, dejaban los sellos de sus almas. Estos sellos se fusionaron continuamente entre sí, formando un demonio con el paso del tiempo. En otras palabras, lo que ves ante ti es un espíritu maligno".
James comprendió la explicación del Emperador.