La distancia entre la base de la montaña y la cima no era mucha. Aun así, James tardó tres días en llegar a la cima. Ahora, estaba a solo unos cientos de metros de la línea de meta. Como si hubiera sufrido una feroz batalla, se encontraba en un estado lamentable. Sentía una gran incomodidad en todo el cuerpo y no podía ejercer ni una pizca de fuerza.

Estaba tumbado en el suelo y su vida pendía de un hilo. Incluso respirar le costaba un gran esfuerzo. Actualmente, era el que estaba más cerca de la línea de meta. Aunque descansaba en el suelo, su alma estaba siendo aplastada.

James sabía que tenía que acabar con esto lo antes posible. Cuanto más lo alargara, menos posibilidades tendría de llegar a la meta. Si esto continuaba, poco a poco quedaría inválido.

Se levantó con gran dificultad y dio un paso adelante. Al instante, se desplomó en el suelo y empezó a sangrar profusamente por todo el cuerpo. Apretó los dientes y aguantó. Volvió a levantarse y siguió adelante. Sin más, avanzó u