“¡Alto!”.
En ese momento, una voz retumbó por el salón.
Todos miraron en la dirección del sonido y vieron a un joven que entraba al salón. Iba vestido con un abrigo sencillo y sostenía una espada larga en la mano.
“¿No es Cielo de Tacriyrus?”.
“¿Qué hace él aquí?”.
Muchos comenzaron a susurrar especulativamente sobre la repentina aparición de Cielo.
Maxine frunció el ceño cuando vio a Cielo.
Mientras tanto, el rostro de James se iluminó de alegría.
Alguien había venido a colarse en la boda.
Maxine miró al sombrío Cielo con una expresión indiferente y dijo con frialdad: “¿Qué significa esto, Cielo?”.
Cielo entró en el salón principal. Miró a James, luego se volteó hacia Maxine y preguntó: “¿Por qué?”.
Maxine respondió a su pregunta con calma: “¿Qué quieres decir con por qué?”.
Cielo comenzó a quejarse: “¿No te he tratado bien en el último año? Y aún así, ¿intentas casarte con James a mis espaldas y voluntariamente convertirte en su amante? ¿Has perdido la cabeza, Maxine?”.